viernes, 11 de marzo de 2016

ILEGALIDAD E INCONGRUENCIA




No es posible exigir legalidad y justicia, pedir que un problema inter sindical no tenga tintes políticos, cuando no existe congruencia por parte de quienes demandan una solución a los conflictos que atraviesa el sindicato ALIANZA DE TRANVIARIOS DE MÉXICO (ATM) y lo hacen por la vía menos pacífica, fuera de la razón, sin legalidad, sin orden. Más aún, NO es posible solicitar a los funcionarios del gobierno capitalino que actúen en virtud de sus alcances, cuando no se es respetuoso de las resoluciones que éstos aplican en materia de legislación laboral.
Tampoco es posible y lo que es más, es imperdonable sonsacar a los trabajadores del Servicio de Transportes Eléctricos para coaccionarlos a que abandonen su materia de trabajo y unirse a la revuelta que encabeza Eugenio Rangel García, quien se ostenta como “secretario general” de la ALIANZA DE TRANVIARIOS DE MÉXICO. Un grupo minoritario (aunque bien apadrinado por el PRD) para exigir la renuncia de un líder sindical, que no solo ha velado por los intereses de su gremio, sino que además, cuenta con la toma de nota que fue ratificada por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA).
Cuando no se ofrecen las garantías a la base trabajadora en lo relacionado a la prevención de riesgos de trabajo, salud laboral, prestaciones y servicios que merece; involucrar a ésta en intereses partidistas, resulta un verdadero atropello contra la base trabajadora, sus familias y por supuesto, se ve reflejado en las carencias de transporte para los capitalinos.
Es así, que no es posible sostener la ocurrencia de querer llegar sí o sí al poder, pretender estar al frente de una agrupación desde la impunidad. Primero orquestando un proceso de desaprobación y descrédito ante las bases; promulgar la imposición de un comité central interino que no aparece en el estatuto, sin tomar en cuenta que las elecciones internas estaban en puerta para presentar su planilla legitima como secretario general. Segundo la impunidad que un partido político ofrece, y por supuesto, sin tener la menor idea sobre gestionar las adecuadas condiciones laborales para el gremio que  representa.
Definitivamente no es posible, ni es correcto desestabilizar a todo un sindicato y “luego a ver qué pasa”. Ese pensamiento dista mucho de lo que necesita un verdadero dirigente y, más allá de todo, terminará por demostrar que la base trabajadora no es funcional en cuanto a sus relaciones obrero-patronales y por lo tanto, que no es capaz ni merecedor de un trabajo digno.
Por otro lado, es imperativo señalar la maraña de irregularidades que envuelve a la ATM. Eso no es otra cosa que un tráfico de influencias y usurpación de funciones ya que, no es la base trabajadora en sí quien solicita se revoque la toma de nota del Secretario General Benito Bahena y Lome, esto lo hace un integrante de un partido político, Héctor Serrano Cortés, un personaje oculto en la Secretaría de Movilidad (SEMOVI), dejando de manifiesto que el buen desempeño de Bahena y Lome al frente de la Alianza de Tranviarios, afecta a sus intereses y al mismo tiempo, expone el interés que tiene en minimizar las leyes que rigen a la Ciudad de México en lo que se refiere a transporte, tal y como lo ha demostrado al solapar la ilegalidad con la que operan empresas como Uber y Cabify. Sería bueno preguntarle qué tiene pensado para el Servicio de Transportes Eléctricos, a dónde terminarán los tranviarios y cuál será el destino de sus familias.


 “POR LA UNIDAD Y DEMOCRACIA SINDICAL”
EL COMITÉ CENTRAL EJECUTIVO
Y TRABAJADORES DE DIFERENTES DEPARTAMENTOS


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