El
conflicto que se vive desde mediados del año pasado en el Servicio de
Transportes Eléctricos (STE) y en la Alianza de Tranviarios de México (ATM)
está lejos de ser un conflicto meramente inter sindical, en el que
supuestamente estarían dos facciones del sindicato disputándose el poder, como
se le quiere presentar por una de las partes y por algunos medios. Se trata de
un problema de clara injerencia patronal y partidista en los asuntos del
sindicato, de violación a la legalidad y la vida interna de la organización, de
vulneración de la democracia sindical, y de inaceptables prácticas de
pandillerismo, o porrismo auspiciado por las autoridades que están creando
terror y violación de derechos humanos y laborales entre la base trabajadora.
La
Nueva Central de Trabajadores, ha manifestado y sostiene su respaldo al Comité
Central legítimo y legal encabezado por Benito Bahena y Lome, por las siguientes
circunstancias, razones y principios:
En
agosto del año pasado, días después de un Congreso del sindicato en el que
hubieran tenido la oportunidad de expresarse, a un mes del proceso electoral en
el que podrían haber presentado una alternativa y sin que mediara proceso
alguno por parte de la Comisión de Fiscalización y Vigilancia --es decir, al
margen de cualquier procedimiento o instancia estatutaria de la organización—
unas decenas de trabajadores (en un sindicato formado por más de 2 500 trabajadores)
y personas ajenas a la organización, encabezados por algunos miembros de la
dirección, se concentraron dentro de instalaciones de la empresa, con pleno
consentimiento de la misma, y decidieron irrumpir violentamente en las oficinas
sindicales para asaltar al Secretario General Benito Bahena, juzgarlo
sumariamente y --bajo amenazas, insultos y agresiones— obligarlo a “firmar su
renuncia”. Se trató no de una destitución sino de un golpe orquestado.
Tal
conducta antisindical es inaceptable, antidemocrática, aunque se le quiso
disfrazar de “rebelión de las bases”, violatoria de los derechos humanos, e
ilegal. Correctamente las autoridades laborales descalificaron la supuesta
renuncia bajo esas circunstancias. ¡Cuidado!, aquellas organizaciones
sindicales que han dado cobijo a este grupo están jugando con fuego al
legitimar una acción golpista como salida para dirimir conflictos internos.
La
secuencia lógica fue la “elección” –en una asamblea parcial y a modo, no
contemplada ni convocada de acuerdo a los estatutos y siempre bajo la venia de
la dirección de la empresa-- de una “dirección” sindical encabezada por Eugenio
Rangel y otros antiguos colaboradores de Benito que en realidad conspiraban
ladinamente contra él desde hace tiempo, y cuyos diversos intereses fueron
orquestados por la empresa en una alianza sin principios. En una actuación
apegada estrictamente a la ley, que siempre debería caracterizar a la Junta
Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA), las autoridades laborales no
aceptaron maniobra tan burda y ratificaron su reconocimiento, y toma de nota, a
la dirección encabezada por Benito Bahena, quien es hasta ahora el único
Secretario General surgido de elecciones democráticas abiertas a toda la base
trabajadora.
Lo
más preocupante es que el grupo que ha usurpado la dirección sindical no sólo
se aferra al poder obtenido ilegalmente e impide de manera violenta la entrada
de los integrantes del Comité encabezado por Bahena –a los que la empresa trata
como despedidos sin goce de salario desde meses atrás--, sino que lo hace
imponiendo un clima de terror dentro de las instalaciones de la empresa en
claro contubernio con su Director. Se multiplican alarmantemente los
testimonios de trabajadores y trabajadoras que han sido amenazados de muerte,
han sufrido agresiones físicas y verbales en sus lugares de trabajo y se les ha
cambiado de área arbitrariamente sin respeto de horarios; además, se ha
permitido el acceso de gente extraña y alcoholizada a las instalaciones de la
empresa y se han realizado despidos injustificados. Esto se llama
pandillerismo, recuerda al porrismo auspiciado por autoridades. Ninguna
organización sindical que se precie democrática puede aceptarlo y mucho menos
ser cómplice de algo así.
Ante
esta situación y en ejecución de una resolución de la JLCA, en días pasados el
Comité Central encabezado por Benito Bahena se presentó en la empresa, teniendo
como observadores a organizaciones como la NCT, para sostener una reunión con
el Director del STE y restablecer las relaciones bilaterales. El Director se
negó a recibirlos en abierto desacato a las autoridades laborales y en su
lugar, y con mantas en que le dan su completo respaldo al Director, el
mencionado grupo se apostó a las puertas encadenadas de las instalaciones, en
actitud amenazante y profiriendo toda clase de insultos a los dirigentes y
organizaciones que se encontraban afuera, mientras el resto de los trabajadores
se encontraban prácticamente secuestrados al interior de las instalaciones.
Esto fue lo que pudimos atestiguar.
Hoy
resulta absolutamente claro que “la mano que meció la cuna” es la del Director
de STE, Rubén Eduardo Venadero, quien por sus intereses particulares además
está perjudicando el buen servicio del transporte eléctrico en la ciudad,
cuando el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera dice que está apostando a su
desarrollo; flaco favor le hace este Sr. Venadero al provocar este conflicto.
¿O es que el gobierno de la ciudad está apostando temerariamente a destruir a
un sindicato con más de 100 años de historia? Se equivocaría por completo.
También está claro que detrás del golpe están intereses de revancha partidaria
y al parecer los de algunas organizaciones sindicales que vergonzantemente han
cobijado o hasta auspiciado prácticas contrarias a los principios del
sindicalismo democrático.
En
consecuencia de esos principios y por todo lo antes expuesto, la NCT se
pronuncia:
Ø
Porque se ponga urgentemente un alto a los actos de intimidación contra las y
los trabajadores del STE que no simpatizan con Rangel, se respete su integridad
física y moral, y en general sus derechos humanos y laborales
Ø
Porque la empresa y su Director reconozcan y restituyan con todos sus derechos
a los integrantes del Comité Central legítimo y legal encabezado por Benito
Bahena, se les garantice la entrada a las instalaciones de la empresa y del
sindicato, y de inmediato se acate la resolución de la JLCA para restablecer
las relaciones bilaterales
Ø
Porque el gobierno de la Ciudad de México ponga orden en su casa y de ser
necesario remueva el obstáculo en que se ha convertido el actual Director del
STE
Ø
Por la restitución de la normalidad de la vida interna del sindicato y el
respeto al marco estatutario
Ø
Porque cualquier funcionario, organización ajena o facción partidaria saquen
sus manos del conflicto y se respete la democracia y autonomía sindicales
NUEVA
CENTRAL DE TRABAJADORES
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