ALDF.-
Benito Bahena y Lome, es Secretario General de la Alianza de Tranviarios de
México (ATM) e integrante del Comité Ejecutivo Mundial y Presidente del
Transporte de Carretera de América Latina y el Caribe de la Federación
Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF). Dentro del foro se presentó
con el tema: “Cualidades y beneficios del transporte eléctrico para la
movilidad de personas en la Ciudad de México”, donde abordó de manera puntual
la problemática que enfrenta la ciudad, respecto a transporte público y calidad
del aire. Al respecto, señaló que “la Ciudad de México está siendo víctima de
un política equivocada y de funcionarios que ocupa puestos en la administración
pública, sin conocimiento previo sobre la funcionalidad y responsabilidad del
cargo que se les entrega, tomando decisiones a la ligera que demuestran su
desconocimiento y falta de objetividad a sus actos, sin mediar las
consecuencias futuras que éstas le puedan traer a la Ciudad de México (CDMX).
En
éste sentido, la calidad del aire en la CDMX, está en una de sus peores
condiciones. De acuerdo con el Instituto
de Competitividad integrada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha
declarado que hay enfermedades respiratorias, cardiacas y visuales en la
ciudadanía con estadísticas lamentables de más de cinco mil muertes anuales.
Más de 57 mil hospitalizaciones, quedando muchos de ellos con secuelas graves y
con más de tres millones de consultas médicas por estas causas de contaminación
en el medio ambiente. Estos datos refuerzan el grave problema que tenemos
actualmente en la Ciudad de México, de hecho, México ha sido catalogado como el
segundo país con más muertes por contaminación en América Latina. La solución
del Gobierno de la CDMX, es sacar de circulación en diferentes momentos hasta
el 50% de autos que transitan en la urbe.
En la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, no se oyen
propuestas serias o de verdadera solución a este respecto y en la Secretaría de
Movilidad de la Ciudad de México (SEMOVI), se han dado soluciones momentáneas
sin que existan proyectos serios y con claros objetivos para mejorar de
inmediato y a futuro los problemas de una ciudad que crecen día con día.
La
movilidad en el valle de México, está en una situación que demanda acciones que
presenten verdaderos beneficios y soluciones para sus habitantes, sin embargo,
la alternativa de transporte ecológico como el trolebús, ha sido declarado como
un transporte viejo y de difícil sustentabilidad en su sistema y en sus
refacciones, por lo que se ha considerado que es mejor en invertir en autobuses
de baterías. ¿Será que muchos países de Europa, América Latina, así como
Estados Unidos y Canadá, están en un gran error al incrementar su parque
vehicular con el sistema de transporte de Trolebús?
El
ejemplo de muchas ciudades en el mundo que están apostando por su
modernización, incremento y adopción del trolebús como transporte ecológico y
sustentable; demuestran que los argumentos expuestos por la SEMOVI, carecen de
sustento y veracidad.
El
trolebús es un sistema de transporte masivo, eficiente, ecológico y
sustentable; no solo porque es cero
emisiones, sino porque no genera desechos tóxicos al medio ambiente como lo
hacen otros medios de transporte.
Además,
existen por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), diferentes
programas de apoyo en cuanto a financiamiento para este tipo de transporte. El
ejemplo más cercano lo tenemos en la ciudad de Guadalajara, donde se han adquirido
trolebuses de una empresa 100% mexicana.
El
trolebús tiene un costo de 550 mil dólares, en comparación con un autobús de
baterías con valor de 900 mil dólares por unidad, más el costo del módulo de
baterías de 650 mil dólares. Esto
demuestra una inversión mal encaminada para la “modernidad del transporte
eléctrico” de SEMOVI.
El
potencial de los autobuses de batería, proviene del proceso de
oxidación-reducción de materiales y sustancias peligrosas, mediante reacciones
químicas a eléctricas, usando electrolitos líquidos de pasta o de gel que
contienen ácidos tóxicos y cáusticos, que sigue siendo un problema de
contaminación porque no hay empresas que puedan reciclar estas baterías, que
tienen como máximo, cinco años de vida útil. Las baterías que no son tratadas
de forma responsable en su reciclaje, pueden contaminar el ambiente con las
siguientes sustancias:
- · Zinc: Causa afectación a las mucosas nasales o en casos severos la muerte.
- · Plomo: Afecta el sistema nervioso, los riñones y el sistema reproductivo.
- · Cadmio: Sustancia altamente cancerígena, en altas concentraciones provoca lesiones en los pulmones, y la muerte.
- · Litio: Es un neurotóxico que afecta el riñón. La intoxicación por litio produce fallas respiratorias del miocardio, edema pulmonar y estupor profundo.
- · Níquel: Tiene efectos nocivos sobre la piel, al respirarlo produce bronquitis crónica, cáncer de pulmón y de senos nasales.
- · Mercurio: Provoca retraso mental, discapacidades motoras y de lenguaje, ceguera y convulsiones, así como daño en el cerebro y riñones.
Sin
una correcta planeación del proyecto de SEMOVI para el autobús de baterías, los
costos a los ciudadanos podrían ser de millones de dólares en gastos de
operación, infraestructura y padecimientos en la salud para los trabajadores que
manipulen estas baterías; sin contar las pérdidas de puestos de trabajo que
habrá dentro de la empresa de Servicio de Transportes Eléctricos de D.F., con
el cambio de modalidad en el transporte.
En
el caso de la infraestructura para la recarga de dichas baterías, se tendrían
que instalar en varios lugares, los módulos de recarga para el funcionamiento
de los autobuses; duplicando el costo de los estimado para este sistema.
Por
otro lado, los trolebuses ya cuentan con la infraestructura de cableado, así
como el personal necesario con la experiencia y capacidad para su expansión y
mantenimiento adecuado. El trolebús en la CDMX es viable, sustentable,
económico y seguro para los usuarios, ya que brinda un servicio social de ayuda
a
grupos
vulnerables. Su vida útil es de 30 a 40 años aproximadamente con un correcto
mantenimiento. También es importante considerar la seguridad en este transporte
ya que no hay reportes de asaltos masivos o de secuestros de las unidades por
estar confinadas en su recorrido.
De
acuerdo con lo publicado el pasado 26 de mayo, por especialistas en Medios de
Monitoreo y Análisis, el sistema de transporte eléctrico de la CDMX, está por
dar un giro radical y no a favor de las finanzas de la ciudad. En las
declaraciones del titular de SEMOVI, se habla de un presupuesto con cargo a la
deuda pública por un monto de siete mil millones de pesos, cito –“el
funcionario local precisó que el crédito es de siete mil millones de pesos que
se obtuvo con aval del Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Hacienda
para comprar los autobuses que habrán de sustituir al trolebús en los próximos
meses”.
Conclusión:
Estamos ante una situación anormal por parte del gobierno de la Ciudad de
México, ya que el titular de SEMOVI Héctor Serrano y Eduardo Venadero Director
General de Servicio de Transportes Eléctricos del D.F., están dando por hecho
la compra de los autobuses de batería a una empresa extranjera.
Los
datos y las preguntas están sobre la mesa, tenemos que hacer cuentas y obtener
conclusiones al mismo tiempo, la sociedad civil será la principal afectada con
el cambio de Trolebús. Por lo tanto, somos nosotros como sociedad quienes
debemos tener la última palabra y no permitir que se haga uso de recursos
públicos para una inversión incongruente a corto, mediano y largo plazo que
afectará a los usuarios, a los trabajadores y al medio ambiente de la ciudad de
México.
Convocamos
al Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, así como a las autoridades del
Gobierno Federal, a que se analice la modernización del servicio de Trolebús,
para que sea una de las principales alternativas de transporte en nuestra gran
urbe, en beneficio de la movilidad y de la salud de millones de habitantes”
Al
término del evento, en entrevista para Acervo mexiquense, destacó la
importancia de sumar esfuerzos, para que las mentiras no agoten la
sustentabilidad de la ciudad en materia de movilidad y transporte.
Aquí
el enlace de la entrevista completa:
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