Caer
en el engaño de Eugenio Rangel y compañía, seguir el juego de Venadero en la
frenética búsqueda de un sindicato blanco y guardar silencio ante la impunidad;
para el grupo de espurios representa una complicidad dócil por parte de todos
los trabajadores. Ese es el verdadero significado que le dan a sus fechorías,
porque mientras existan dentro de la base, compañeros que crean ciegamente en
las mentiras de Rangel, existirá el golpeteo que fractura la sana convivencia
dentro de la ATM. Lo que Rangel no dice, ni dirá nunca, (tal vez porque no
lo sabe o porque actúa con dolo), es que con tanto engaño, el hartazgo está
acosando a los trabajadores y al mismo tiempo pone en riesgo la estabilidad de
la empresa y también pone en riesgo el empleo de cada uno de nosotros.
Si
no es posible que exista un consenso entre legalidad y trabajo diario, es
decir, entre la representación sindical debidamente reconocida por la JLCA y el
esfuerzo conjunto de toda la base que día a día pone su mejor empeño para
brindar en el trolebús y tren ligero, un servicio de calidad como lo demanda la
ciudadanía. Si no es posible hacer a un lado, los intereses personales, la
manipulación y el engaño, quien diga ostentar la dirección de una empresa como
STE, por su mezquindad está atentando directamente contra la fuente de empleo
de sus subordinados. Eso es más que evidente, ya que cuando hay engaño, no se
trabaja con transparencia, no se atienden las necesidades de los trabajadores y
en este caso, esa irresponsable forma de conducirse, es la que está bloqueado
el mantenimiento de las unidades que buena falta hacen en las rutas que todavía
tiene el trolebús en la CDMX. Por ende, al no tener unidades para trabajar, la
materia de trabajo se hace vulnerable. De tal manera que Eduardo Venadero como
Director de STE y Eugenio Rangel en su necedad de perpetuar la usurpación de
funciones, carecen de valor para dirigir un proyecto tan importante como lo es
el transporte eléctrico.
Dicho
lo anterior, se invita a escuchar atentamente y a compartir el mensaje de
nuestro Secretario General y sobre todo, a conducirse con verdad y con la
legalidad que asiste a nuestro CCE.
No
olvidemos que tenemos una tarea muy importante que realizar: Promover un transporte
eléctrico eficiente, seguro y rentable.
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